Ares Campbell: El Guardián Errante del Legado Perdido

Nombre: Ares Campbell
Clan de Origen: Blood Spirit
BattleMech Principal: Marauder IIC-D (anteriormente) / Phoenix Hawk PXH-1B (actualmente)

Historia

Ares nació en el austero y ferviente mundo del Clan Blood Spirit, un lugar impregnado por la obsesión por el legado de Kerensky y la pureza de la causa clánica. Desde joven, destacó no solo por su destreza como MechWarrior, sino también por su feroz adhesión a los ideales del Clan. En un momento crucial de su juventud, en una prueba de sangre (Trial of Bloodright) ganó el derecho a portar su Bloodname, “Campbell”, tras un torneo interno que puso a prueba tanto su habilidad en combate como su capacidad estratégica.

Su ascenso dentro del Clan fue meteórico: de Loremaster, encargado de preservar la historia y el espíritu del Clan, a SaKhan (un líder militar respetado) y finalmente a Khan, la máxima autoridad. Sin embargo, Ares heredó un Clan en decadencia, desgastado por sus propios ideales extremos y aislacionistas, lo que eventualmente llevó a su disolución. Ares fue testigo del colapso de aquello por lo que había luchado toda su vida, quedándose como el último portador del legado del Clan Blood Spirit.

Radicalizado por las enseñanzas de su Clan, Ares vagó por los mundos periféricos, contratando sus servicios como MechWarrior a cambio de suministros y mantenimiento para su Marauder IIC-D, un símbolo imponente de su pasado clánico. La reputación de Ares como un mercenario despiadado se extendió rápidamente; no tenía piedad contra los MechWarriors de la Inner Sphere, en parte por el legado de su Clan, tan radical en su interpretación de la “pureza” del ideal de Kerensky.

El Duelo que Cambió su Vida

En una misión en el mundo fronterizo de Altais, Ares se enfrentó a un veterano MechWarrior de la Casa Kurita, el capitán Takeshi Moriyama, un hombre legendario a bordo de su Phoenix Hawk PXH-1B. Moriyama, a pesar de su edad avanzada, era un estratega meticuloso y un duelista formidable. Su BattleMech estaba armado con cuatro Light PPC y dos ametralladoras, una configuración que combinaba precisión y rapidez.

El duelo entre Ares y Takeshi fue épico. Durante más de 20 minutos, ambos MechWarriors maniobraron con una habilidad asombrosa, intercambiando disparos en un paisaje urbano devastado. A pesar de la potencia del Marauder IIC-D, la agilidad del Phoenix Hawk permitió a Moriyama alcanzar una posición ventajosa, logrando un disparo crítico que dejó inconsciente a Ares en su cabina.

Lección de Perdón

Contra todo pronóstico, Takeshi no acabó con su enemigo caído. En lugar de ello, lo llevó a su hogar en el mundo de Dieron, donde lo ayudó a recuperarse. Durante este tiempo, Takeshi compartió con Ares una valiosa lección, transformando su visión del mundo. Una frase que marcaría para siempre a Ares fue:

«Un enemigo derrotado es el espejo de tus errores. Perdónalo, no para salvarlo a él, sino para redimirte a ti mismo.»

Este acto de compasión y la sabiduría de Takeshi sembraron en Ares la semilla de una nueva perspectiva. Durante meses, Takeshi se convirtió en su mentor, enseñándole no solo habilidades de combate, sino también la importancia del honor, la moderación y el verdadero significado del legado.

El Legado del Phoenix Hawk

Cuando Ares estuvo plenamente recuperado, Takeshi, ya al borde del retiro, le entregó su Phoenix Hawk PXH-1B, diciendo:

“Este BattleMech ha caminado por campos de batalla que nunca debieron existir. Ahora te lo entrego, no para alimentar el fuego de la guerra, sino para que lo uses contra aquellos que han hecho de la guerra su única razón de ser, incluso entre los Clanes.”

Hoy día, en los campos de batalla, se rumora sobre un MechWarrior errante que porta con orgullo el apellido Campbell y pilota un Phoenix Hawk PXH-1B. Dicen que en su mirada se vislumbra todavía el ímpetu inquebrantable de los clanes, pero ahora templado por la lección de un viejo guerrero Kurita, quien le mostró que la fuerza de un MechWarrior no se encuentra solo en su acero, sino también en su capacidad de perdonar.

Ares viaja por los mundos de BattleTech, llevando consigo el legado del Phoenix Hawk y las lecciones de Moriyama. Aunque sigue siendo un guerrero, su enfoque ha cambiado. Su presencia en el campo de batalla no es solo la de un antiguo Khan exiliado, sino la de un hombre en busca de redención, portando el pasado de su Clan Blood Spirit y el espíritu de un samurái Kuritense en cada paso.